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Meghan Markle, la defensora de los derechos humanos

Meghan, la duquesa de Sussex, es feminista y defensora de los derechos humanos y la equidad de género. Su defensa de las mujeres y las niñas durante toda su vida sigue siendo un hilo conductor constante en sus proyectos humanitarios y comerciales. Ha sido nombrada una de las mujeres más influyentes del mundo en rankings que incluyen las personas más influyentes de la revista TIME, las 25 mujeres más influyentes del Financial Times, Variety Power of Women y Vogue 25 de British Vogue.  Su trabajo de defensa de la resiliencia, la igualdad y la compasión a través de la acción ha sido reconocido, junto con el de su esposo, el Príncipe Harry, con el Premio del Presidente de la NAACP y el Premio Robert F. Kennedy Ripple of Hope.  Nacida y criada en el sur de California, Meghan asistió a la escuela católica para niñas Immaculate Heart, con sede en Los Ángeles, a la que continúa apoyando como alumna, antes de mudarse a Chicago para asistir a la Universidad Northwestern. Mientras est...

La violencia de género: Un cobarde contra una valiente

La violencia de género ó violencia machista se trata de una violencia que afecta a las mujeres por el mero hecho de serlo. Constituye un atentado contra la integridad, la dignidad y la libertad de las mujeres, independentemente del ámbito en el que se produzca.

Se entiende por violencia de género cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas de tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o personal.

El concepto "violencia de género" da nombre a un problema, que incluso hace poco, formaba parte de la vida personal de las personas; era considerado un asunto de familia que no debía trascender de puertas para fuera y, por lo tanto, en el que no se debía intervenir. Entender la violencia como un asunto personal refuerza a las mujeres a una situación de subordinación respeto del hombre e implica asumir las relaciones de poder historicamente desiguales entre ambos y a través de las cuales se legitima al hombre a mantener su status-quo de la dominación incluso a través de la violencia. Esta percepción contribuye a que las mujeres no denuncien su situación por miedo, vergüenza o culpabilidad.

La discriminación de las mujeres y la violencia de género (como la manifestación más brutal de las desigualdades entre hombres y mujeres) es un problema que traspasa fronteras y que está presente en la mayor parte de los países del mundo con la particularidad de que las vivencias del maltrato son enormemente parecidas en todos los lugares y culturas.

Debe recordarse que la violencia es una estrategia de relación aprendida, no es innata. Si esto fuera así, todas las personas serían violentas o todas las personas ejercerían la violencia de la misma manera y en el mismo grado; sin embargo, no siempre la empleamos en nuestras relaciones: hablamos, negociamos, pactamos, tratamos de comprender el punto de vista de la otra persona y finalmente llegamos a un acuerdo, aunque no obtengamos el que en principio queríamos.

Los maltratadores son selectivos en el ejercicio de la violencia, lo que demuestra que son capaces de controlarse en cualquier otra situación.

Casos como el de Victoria que es toda una valiente por todo lo que ha vivido durante varios años en una relación tormentosa es un claro ejemplo de superación.

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