A los que éramos adolescentes a finales de los 90 lo recordamos con mucha melancolía cuando veíamos Los Rompecorazones (emitido en España por TVE). Claro que cuando lo vuelves a ver este año, lo ves de una forma distinta pero igualmente genial, sintiéndote identificado en algún que otro capítulo. Al fin y al cabo la serie trata la problemática de los adolescentes de cualquier época.
Los personajes protagonistas de la serie en su primera temporada también incluyen a Jodie (Abi Tucker), Rose (Katherine Halliday), que es libanesa-australiana; Chaka (Isabella Gutiérrez), que es salvadoreña; Jack (Tai Nguyen), que es vietnamita-australiana; así como Steve (Corey Page), Peter (Scott Major) ó Danielle (Emma Roche).
La serie estaba ambientada en un instituto ubicado en Sydney y era un drama un tanto diferente a otras producciones del mismo género y temática porque, en este caso, retrataba los problemas de sus protagonistas de una forma mucho más realista. Durante las siete temporadas que forman la ficción vimos multitud de personajes, un elenco que sufrió bajas y nuevas incorporaciones a lo largo de los años.
Heartbreak High se emitió en Australia en dos cadenas diferentes, Ten y ABC. Prácticamente enseguida se vendió a varios países, principalmente en Europa, en la que parte de la culpa de su cancelación la tiene el hecho de que la ABC australiana no lograra seguir vendiendo los derechos internacionales de la serie, en especial a la BBC (que era la que ponía la pasta). Y eso que había un guión escrito de una octava temporada que jamás vio la luz.
El impacto que la serie tuvo en su país lo pudo comprobar en su momento el actor Callan Mulvey (Drazic) gracias a las giras que los actores hacían por los centros comerciales para promocionar la serie. Lo recordaba en una entrevista concedida a The Guardian en febrero de 2020: “Recuerdo que en Chadstone [centro comercial] en Melbourne no estaban muy preparados para la cantidad de gente que se presentó. Y la situación se puso complicada”. Rememora que tuvieron que correr por el recinto hasta conseguir llegar a los coches mientras una turba de adolescentes enloquecidas intentaban llegar hasta ellos. “Fue una locura, pero también fue increíble", afirmó.
Los guionistas de la serie utilizaban el entorno central como un microcosmos de la sociedad y un trampolín para explorar temas que aún resuenan a pesar de los cambios obvios en el patio de los colegios (por ejemplo, por supuesto, no hay teléfonos inteligentes ni redes sociales). Estos incluyen la libertad de prensa (episodio dos, sobre el cierre de la revista estudiantil de la escuela), la desventaja socioeconómica (episodio siete, en el que los chicos de Hartley entran en una competencia de debate con una escuela acomodadada), la homofobia (episodio 14, en el que Graham es acusado falsamente de acoso por parte de una estudiante.
Si no has visto esta serie ó lo quieres volver a ver lo puedes visionar en Netflix.