Realizar un ranking musical puede ser un proceso divertido y emocionante . Aquí hay algunos pasos para crear un ranking musical: Selecciona una lista de canciones: Elige un género o tema específico y crea una lista de canciones que se ajusten a ese género o tema. Puedes buscar en las listas de éxitos actuales o clásicos de todos los tiempos. Determina tus criterios de clasificación: Para determinar la posición de cada canción en tu ranking, debes establecer un conjunto de criterios. Puedes considerar la popularidad de la canción, su calidad musical, la letra, el éxito comercial o cualquier otro criterio que te parezca importante. Evalúa cada canción: Una vez que hayas establecido tus criterios, evalúa cada canción en tu lista en función de esos criterios. Es posible que desees otorgar puntuaciones numéricas a cada canción para ayudarte a clasificarlas. Clasifica las canciones: Una vez que hayas evaluado todas las canciones en tu lista, clasifícalas en orden de importancia. La canci
Pongo un ejemplo, en una oficina hay gente que no contesta al saludo del personal de limpieza porque les dará vergüenza o porque les repatea. Algo que puede pasar, aunque luego puede haber personas muy educadas. La gente que le da asco responder al saludo debe ser porque su religión les prohíbe hacer tal cosa, allá esa persona.
Otro ejemplo es que un/a "oficinista" le diga a una persona de limpieza que no es quién para echarle la bronca por saltarse una señal de no pasar, que faltaría más. Son ejemplos que puede pasar ó han podido pasar a cualquiera que trabaje en limpieza o en cualquier otra profesión digna. Sí, porque hay algunos que pasa encima de lo fregado sin importarle el trabajo del personal de limpieza.
Luego, lo más típico es que algunos personajes de oficina pueden mirar a la persona que limpia con cara de asco mientras este último/a hace su labor. Aunque reitero que no todo el mundo es así, porque en la viña del señor también hay gente muy amable. Pero este artículo va de las personas donde la educación se lo deja en casa.
Si trabajas en limpieza, sé tu mismo, no tienes que cambiar porque unos oficinistas a veces te hacen creer que vales menos. Esas personas que te miran encima del hombro por tu trabajo es mejor no decirles nada. Por supuesto si te saludan, hay que devolverles educadamente el saludo. Hay que demostrar quienes son los educados.